LOS GATOS GORDOS SE ENFRENTAN A GRAVES RIESGOS PARA LA SALUD
Internet tiene una larga historia de amor con los gatos, especialmente con los gordos que brindan una fuente constante de entretenimiento. Si bien todos podemos reírnos por sus travesuras, la obesidad realmente no es cosa de risa. Los gatos obesos y con sobrepeso corren el riesgo de tener problemas de salud graves, que van desde diabetes hasta enfermedades del tracto urinario, cojera y artritis, e incluso una vida más corta.
Resistencia a la insulina y diabetes
Los problemas de salud asociados con las mascotas con sobrepeso los vemos casi a diario en nuestra clínica veterinaria. Para los gatos, la diabetes es el problema de salud más relacionado con la obesidad. En comparación con los gatos con un peso óptimo, los gatos con sobrepeso tienen el doble de probabilidades de desarrollar diabetes, mientras que los gatos obesos tienen cuatro veces más probabilidades de desarrollar esta segunda enfermedad endocrina felina (hormonal) más común.
Una combinación de resistencia a la insulina y disminución de la producción de insulina contribuye a la diabetes felina. La resistencia a la insulina ocurre cuando las células del cuerpo no responden normalmente a la insulina, la hormona necesaria para que las células absorban la glucosa (azúcar en la sangre) del torrente sanguíneo. La resistencia a la insulina no solo contribuye a la diabetes, sino que también se cree que desempeña un papel en otras enfermedades, como la enfermedad renal, la enfermedad hepática y el cáncer, y contribuye a la obesidad continua.
Enfermedades del tracto urinario
En una encuesta de prácticas veterinarias privadas, se demostró que la obesidad es un factor de riesgo para la enfermedad del tracto urinario inferior en los gatos, presumiblemente como resultado de la inactividad y la micción poco frecuente.
Aún más importante, sin embargo, pueden ser los efectos de la obesidad en los riñones de un gato. Aunque se necesitan estudios en gatos, la investigación tanto en personas como en perros o gatos ha encontrado que la obesidad puede cambiar la función renal. De hecho, estudios recientes en personas muestran que la obesidad es un factor de riesgo importante para la enfermedad renal crónica independiente de la diabetes o la presión arterial alta.
Cojera y artritis
En comparación con los gatos que se mantienen en un peso óptimo, los gatos obesos tienen casi cinco veces más probabilidades de desarrollar cojera, presumiblemente debido a artritis y lesiones en los tejidos blandos, que requieren atención veterinaria. Además, los gatos pesados tienen casi tres veces más probabilidades de desarrollar cojera no asociada con un traumatismo por mordedura o accidente. Al igual que en los perros y las personas, no se comprende completamente cómo la obesidad contribuye a la cojera, pero puede estar relacionado con una mayor fuerza y tensión en las articulaciones. Una inflamación de bajo grado asociada con la obesidad también puede contribuir al dolor articular.
Enfermedades de la piel no alérgicas
Los gatos obesos tienen más del doble de probabilidades de desarrollar afecciones cutáneas no alérgicas que los gatos alimentados para mantener un peso óptimo. Los problemas de la piel que se observan en los gatos obesos incluyen un aumento de la caspa y un pelaje seco y sin brillo, especialmente en la parte trasera del cuerpo, y se cree que se producen como resultado de una menor acicalamiento.
¿Qué me puede ayudar a controlar el peso de mi gato?
Aunque la obesidad en los gatos es más fácil de prevenir que de tratar, se puede revertir y controlar a través de un programa de pérdida de peso. El primer paso es el reconocimiento del problema. En la clínica, nuestros expertos pueden ayudarte a determinar si tu amigo felino tiene sobrepeso o es obeso usando una combinación de peso corporal y puntaje de condición corporal.
Una vez que se reconoce un problema de peso excesivo, podemos crear un plan que funcione para ti y tu gato. Los gatos que pierden peso rápidamente corren el riesgo de desarrollar la enfermedad del hígado graso (también conocida como lipidosis hepática), así que asegúrese de discutir cualquier esfuerzo de control de peso con nosotros antes de comenzar una dieta para tu gato.
Aquí hay algunos pasos simples que puede seguir para ayudar a controlar el peso de tu gato y ayudar a reducir la obesidad:
- Proporcione una dieta constante controlando la cantidad de comida que alimenta a tu gato y practicando la alimentación adecuada.
- Evita alimentar a tu mascota con las sobras de la mesa.
- Limita la cantidad de golosinas que le das a no más del 10 por ciento de las calorías diarias.
- Establece un horario de ejercicio saludable y divertido que incluya opciones para jugar mientras estás fuera de casa durante el día.
El término «gato gordo» no es bueno cuando se trata de la condición corporal o el peso de tu compañero felino. Los veterinarios están de acuerdo en que los gatos con sobrepeso y obesos corren un mayor riesgo de sufrir problemas de salud graves que, en última instancia, pueden conducir a una disminución de la calidad de vida y una vida útil más corta. La buena noticia es que la obesidad es prevenible, incluso reversible, y no tiene por qué afectar la vida de tu gato.